En julio de este año se habrá terminado de construir el primer nanosatélite peruano, denominado “Chasqui I”, el cual mide sólo 10 centímetros y cuya construcción presenta un avance del 60%, informó la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), institución encargada de desarrollar el proyecto. Una vez que esté culminada la estructura de este satélite de un kilo de peso, la universidad realizará las coordinaciones necesarias para su lanzamiento y puesta en órbita durante el segundo semestre del este año, precisó el rector de esa casa de estudios, Aurelio Padilla. La autoridad universitaria recordó que el “Chasqui I” será enviado al espacio desde territorio ruso, gracias al apoyo logístico de la Universidad Técnica Estatal de Kursk (UTEK), la cual cuenta modernas plataformas de lanzamiento y está autorizada para operar en el cosmos. “Estamos avanzando fuertemente y haciendo todos los esfuerzos para que todo sea posible, según lo previsto. La Universidad de Kursk ha tenido mucho interés en nuestro proyecto y nos comunicamos constantemente con ellos para abordar los avances del nanosatélite”, comentó. En caso exista algún inconveniente con los permisos internacionales para ingresar a Rusia con el satélite peruano ya ensamblado, también existe la posibilidad de trasladar las piezas del aparato y para armarlo en territorio ruso, con el fin de dejarlo listo para su puesta en órbita. Tras señalar que este moderno satélite permitirá tomar fotografías de la Tierra para estudios climáticos, forestales y arqueológicos, Padilla Ríos destacó que con este proyecto los peruanos están demostrando que también son capaces de realizar investigaciones de gran envergadura. Mencionó que incluso las imágenes que captará el satélite podrán ser utilizadas en el Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) y serán de mucha utilidad en diversas zonas de interés para los investigadores. “En el desarrollo del proyecto “Chasqui I” concurren muchas especialidades. Tenemos la satisfacción de haber preparado al capital humano y hemos contado con la participación activa de profesores, investigaciones y alumnos de nuestra universidad”, expresó el rector de la UNI. Padilla agregó que en los próximos meses el sofisticado aparato será sometido a una prueba de resistencia a una altura de 30 mil metros, a la que llegará desde tierra mediante un globo aerostático proporcionado por la Universidad de Arkansas (Estados Unidos). Desde esa altura, dos veces superior a la que alcanza un avión comercial, se evaluará la respuesta del nanosatélite a temperaturas extremas y se medirá el funcionamiento del sistema eléctrico, el voltaje, la capacidad de recepción, y todos los parámetros físicos del nanosatélite. Finalmente, el directivo universitario informó que en junio próximo viajará, acompañado de especialistas de la UNI, hasta Rusia para presenciar in situ los diferentes proyectos de lanzamiento de satélites que se desarrollan en ese país. En el último trimestre del año 2009, la UNI inauguró la primera estación terrestre, denominada de “Eduardo de Hábich” (en homenaje al destacado académico fundador de la UNI), para monitorear el nanosatélite “Chasqui I”.
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